9 nov 2016

hipsters


[imagen find at: bladeandwood.tumblr.com]

No hay que quejarse, hay que trabajar, lo sabemos, pero en días como el de hoy es imposible no creer que la humanidad nunca ha sido tan estúpida como lo es ahora.

El poder de la añoranza es más fuerte de lo esperado. Los discursos melancólicos con la exaltación de valores pasados no dejan de sucederse. Sólo hay que ver a los más modernos hipsters con sus barbas pre-gilletemax4 o toda la arquitectura low-tech.

Lo que no entendemos es como un discurso tan profundamente contradictorio y reaccionario aún vende tanto.

Que del mundo perpetuamente cambiante no tenemos ninguna certeza y que sólo podemos aspirar a lugares comunes de percepción es: un lugar común. Y si la imposibilidad de conocer está servida, no sabemos que esperamos encontrar en supuestos valores destronados enaltecidos por caudillos de la eternidad.

En fin, esperemos que la pereza y la cobardía no vuelvan ganar.

18 oct 2016

conexión

[imagen Scott G. Brooks © www.scottgbrooks.com]

Siempre hemos necesitado de la comunión. Nunca hemos sido capaces de sobrevivir a solas en un mundo que nos es hostil y hemos necesitado el poder contar con el otro para sentirnos seguros. Hoy en día la tecnología nos está proporcionando la posibilidad de una vida radicalmente individual y al mismo tiempo confortable.

Esta transformación se ha producido a una velocidad eléctrica, mucho mayor que la transformación neuronal que borrará por completo la necesidad y el recuerdo del otro. Y ahí andamos, entre la nostalgia y la curiosidad.

La ciudad, espacio de subjetivación por excelencia, vemos como ya no proporciona experiencias políticas de conexión sólo espacios estéticos de desconexión.

7 ago 2016

arquitectura post-industrial


[imagen Myritza Castillo © www.myritzacastillo.com]


En una de las webs que visitamos asiduamente por la gran calidad de sus imágenes es DIVISARE. El otro día encontramos en el desplegable de “tópicos” conjuntamente con los de “arquitectura residencial”, “arquitectura hospitalaria”, “fachadas urbanas”, etc … el tópico: “arquitectura post-industrial”. Y nos acordamos de todas esas teorías que explican que hemos pasado de una sociedad de producción a una de consumo. Occidente se ha desindustrializado y la actividad que tradicionalmente ha sufragado el resto de actividades la hemos desplazado hacia oriente. Consecuencia de eso, todos los espacios que antes ocupaban esas industrias han quedado vacíos y los hemos reconvertido en teatros, espacios expositivos y demás lugares de consumo cultural.

La tarea de los arquitectos era descomunal: repensar un espacio obsoleto y ya existente donde la repetición y lo estático configuraba su espíritu para reconvertirlo en un lugar dinámico, adaptativo y transversal. La parte más difícil suponemos que habrá sido la de ayudar a definir su uso. Occidente anda desorientado, y sin rumbo es difícil definir lo deseable, más aún cuando la aspiración es definir lo eterno.

El mandamiento de encontrar la eternidad es la gran trampa del mercado porque sabe que es una guerra perdida. Somos tiempo y sabemos que todo se deteriora y acabará desapareciendo, nuestro cuerpo se deteriora y acabará desapareciendo, el mundo se deteriora y acabará desapareciendo …

El deseo de querer detener el tiempo y vivir eternamente es pura locura, si consiguiésemos la eternidad, toda el sentido producido se perdería, la finitud es nuestra esencia.

25 jun 2016

brexit

[imagen vía: www.expohobbyng.com]

2500 años de pensamiento para llegar a la conclusión que la igualdad , la libertad y la fraternidad eran la solución y en sólo 80 años lo hemos olvidado todo.

No hay duda que el narcisismo, la ignorancia y la irresponsabilidad para con el otro, lideran la opinión pública, las encuestas y las estadísticas, en fin, la verdad …

Malos tiempos para el internacionalismo y la socialdemocracia …

30 abr 2016

el mito de Sísifo

[imagen vía: www.thisisnthappiness.com]


Hemos perdido la fe. Y es lo mejor que nos hubiera podido pasar.

En un mundo tecnificado donde el conocimiento real de nuestro entorno se vuelve cada vez más misterioso, las certezas son más escasas y valiosas que nunca. No debemos dejarnos convencer por discursos que prometen seguridades sin esfuerzo, ya que sólo la acción nos proporcionará compresión y sólo en esa ilusión podrá residir una vida mejor.

Volver a hacer entonces, pero esta vez sin la finalidad de creer para después volver a descreer … que la nítida autoconciencia de nuestra absurdidad nos libere finalmente y gocemos hasta morir de producir sentido.

Si estamos condenados a volver a subir la piedra, hagámoslo como el Sísifo de Camus, felices.

19 mar 2016

the city

[imagen vía: www.vormplatform.nl]

La tira gráfica de la evolución de la especie, aquella que empieza con un simio a cuatro patas y tras un par de brincos termina con un hombre llevando un maletín, aún resulta muy convincente. Y aunque ya sabemos que es una insensatez, que Sócrates erró, continua seduciendo.

Esa ideología que prometía que el orden final se impondría pasase lo que pasase, continúa siendo representada y teatralizada por gran parte de la arquitectura como si aquella aún no hubiese sido desmentida.

El vidrio, el vacío, lo extenso … todo evoca a nuestra laica tierra prometida.

Evidentemente sus habitantes no defraudan, gente veloz y emplasticada a la que les ha costado mucho esfuerzo conseguir el papel y que ahora no puede titubear.

La arquitectura de los 50 podía ofrecer cierta confianza, hoy por mucho que nos esforcemos en continuar creyendo sus promesas, en nuestro interior sabemos que sólo es una mala e interesada representación.

Confiemos y cuidemos, pues, de los escasos destellos de afecto que la frialdad del teatro aún es incapaz de helar.

23 ene 2016

cinismo banal

[imagen vía: untrustyou.tumblr.com] 

El cinismo banal se está apoderando de la reflexión ética. Está bien visto que todo nos dé igual, si todo es una locura nada puede importar. Aquellos que creen seriamente en algo son llamados inmediatamente de estúpidos e ingenuos. Y no hay duda que alguien está sacando provecho de la aceptación del valor de la desvalorización, pero a los demás parece y no debe importarnos mucho. 

Estamos advertidos que todo empeora cuando la contención moral desaparece, cuando se difumina la responsabilidad y cuando no aceptamos que únicamente nuestros propios actos son los legitimadores de los valores imperantes. 

Estamos lejos de sentir que podemos ser juzgados porque nuestro cinismo banal nos ampara y nos asegura que nada va con nosotros. Creemos que nuestras vidas de felicidad facebukiana y bloggera no son culpables de nada … y mientras tanto, la tragedia avanza.