24 jun 2017

coacción

[illustration of: J Frederick Smith © · via:pinterest]

Aprender sólo es posible cuando no existe coacción de ninguna clase. Y en los momentos de incerteza, nuestro instinto de supervivencia nos hace creer en las promesas y recompensas que cualquier tarado haya podido imaginar y por consiguiente clientalizándonos y erradicando cualquier posibilidad de aprendizaje. Es por eso que debemos abandonar identidades, dejar de deber nada a nadie (pero si estar agradecido). Al mismo tiempo, entendemos que una acción sólo puede ser virtuosa si deriva de un acuerdo mutuo/plural y verdadero … hay que esforzarse entonces en criticar, escuchar y negociar.

¿Cómo puede la arquitectura y el espacio público generar una experiencia personal con aspiraciones comunes?

28 feb 2017

intercambio de intereses

[Gerhard Richter portrait · image find at: www.yaochengdesign.com]

Nos cuesta creer que no somos nada, estamos demasiado apegados al yo y a nuestra realidad, vivimos aterrorizados ante la posibilidad de cualquier pérdida. Y la única verdad es que en un momento aparecimos en el lenguaje, en eso que piensa, y otro día desaparecemos.

Los estados conocen nuestra debilidad y se han apoderado de la cultura para transmitir unas costumbres, para materializar un escenario donde el yo se manifieste confortablemente y obviamente también para ayudar a funcionar una (su) maquinaria económica. La arquitectura está secuestrada por la rentabilidad, es una artesanía carísima y nadie está dispuesto a subvencionar sin garantías.

Pero empiezan a haber modelos de financiación alternativos y aunque también busquen sus beneficios, al menos son de otro calado.

9 ene 2017

freak show

[imagen find at: pinterest.com]

La modernidad nos trajo la promesa de terminar con el esnobismo del Art Nouveau (una arquitectura elitista y profundamente romántica). La ventana corrida y los pilotis eran más una actitud moral que vocabulario arquitectónico. La utopía era convincente y garantizaba la justa compasión para todos que la hacía irrenunciable.

Pero nos instaló también la homogeneidad, la uniformidad, la producción masiva ... Después de décadas de convertirnos en mercancías desvalorizadas, y aunque el mercado continúe dictando las leyes de nuestra economía, asoman síntomas que las personas empiezan a buscar lo otro, lo no común pero de una manera instintiva. Bien.