29 nov 2014

insignificancia


[fotografía Joseph Henry Sharp. Crow tipi village 1906. via: www.nomadicsonglines.com]

No sabemos cómo ocurrió cuando un primate entró en razón y tomó conciencia que algún día iba a morir (no lo sabemos y todo hace suponer que no lo sabremos nunca). Lo que sí hemos llegado a saber es que en ese preciso momento tuvo que realizar el primer signo, tal vez una tumba para alguien de su entorno, tal vez una pintura en una cueva, tal vez una marca a fuego en su propia piel. 

En una época donde la subsistencia era penosa, los únicos elementos que podíamos utilizar para poder trascender algún pensamiento eran los propios cuerpos, las vestimentas, la arquitectura y poca cosa más. Resultan increíbles aquellas pieles decoradas que se utilizaban para la construcción de los hogares de unas personas que ni siquiera podían permanecer estables en un lugar y que debían montar y desmontar sus poblados con la rapidez con la que la caza se desplazaba de valle. Pero ese nomadismo no impedía que sus construcciones no siguieran un orden mágico y al mismo tiempo natural. Seguro que resultaba sobrecogedor el encontrarse en el interior de la cabaña del chamán envueltos por el humo de la hoguera que encendían en el interior y que no hacía más que acercarlos más a un mundo oculto y misterioso.

La hegemonía de la arquitectura como signo de la razón duró decenas de miles de años, hoy no es más que un signo de su propia insignificancia o como afirmaba Frank Gerhy hace poco, de pura mierda.

28 sept 2014

no hay duda?

[image via: cielo-de-octubre.tumblr.com]



El otro día leíamos en las cinco páginas de un folleto publicitario para posibles inversores de una nueva promoción inmobiliaria que la arquitectura, el complejo, en definitiva el producto era: moderno, arrojado, exclusivo, único, esencial, personal, harmonioso, prestigioso, confortable, emocionante, lujoso, sorprendente …

No hay duda, hay gente en este mundo que se ha vuelto: estúpida, lela, boba, retrasada, cretina, necia, alelada, majadera …



8 jun 2014

arquitectura vernácula

[Mujer Mursi – Etiopía © Carlos Cass via: gallery-photo-pictures.blogspot.com.br]


Nos agrada la vieja fábula que cuenta que de la coexistencia de diferentes maneras de entender el mundo surge una estructura o una cosmovisión más compleja y cuidadosa que, en definitiva, resulta más fiable. Sabemos que la fábula esconde rincones oscuros donde se esconden nuestras ganas de sentirnos seguros. Aquellas ganas que no por maldad, sino como bálsamo, nos hacen sabotear la vida del otro. El éxito ajeno resulta una entelequia demasiado peligrosa para nuestro bienestar emocional. Y aún así, continuamos creyendo en la fábula mil veces repetida. 

Se habla mucho de las generaciones emigradas de arquitectos y su enriquecimiento ... y algo de cierto hay, porque no hay otra manera de vivir que no sea poniéndose en riesgo ... gracias Rio.

30 mar 2014

zoológico


[Guangzhou Opera House / Zaha Hadid Architects  foto: © Iwan Baan  via:archdaily]

Ya poca gente adulta visita sola los zoológicos. Resultan unas construcciones esperpénticas pero hipnóticas al mismo tiempo, recuerdan aquellos tiempos colosales de promesas ilustradas. En ellos uno puede revivir la caricatura de nuestro gran proyecto: la domesticación de la naturaleza mediante la razón.

Tal vez nos resulten tan desagradables al andar frustrados porque dichas promesas no han llegado. Hemos hecho todo lo que se nos pedía: renunciar a nuestra supuesta original naturaleza, creer en imperativos extraños,  identificarnos con objetos de tal modo que hemos llegado a convertirnos en puras mercancías, crear instituciones encargadas exclusivamente de hacer prevalecer nuestros derechos sobre las cosas; y aún así nada, la libertad, la igualdad y la fraternidad brillan por su ausencia. Da que pensar que en realidad lo que se jugó fueron los intereses de algunos y aunque muchos hemos salido ganando con el invento, otros muchos más andan encaramados a las farolas. Pero como buenos seres humanos, nuestra frustración no ha matado definitivamente nuestra ingenua esperanza. Hemos inventado la tecnociencia y con ella miles de nuevas promesas, las cuales hemos vuelto a comprar a ver si esta vez nos toca el especial.

Cierta arquitectura de hoy en día de rasgos zoológicos teatraliza esa neurótica idea, vencer a la naturaleza pero esta vez imitándola racionalmente. De ese modo se nos promete salir de una vez por todas de la jaula en la que nos encontramos y en la que hemos entrado por nuestro propio pie. Pero si aceptamos que estamos repitiendo la historia, habría que preguntarnos por los intereses ocultos detrás de la actual promesa, por la legitimidad de las instituciones que la promueve.

¿A quién le interesa esa arquitectura?

16 mar 2014

nuevo mundo


[fotograma película Star Wars - George Lucas]

En los últimos años se ha producido el nacimiento y expansión de un nuevo tipo de comunidades digitales que desgarran el tiempo y el espacio en un dimensión completamente diferente. Con esta aparición emergió conjuntamente una dislocación de los conceptos de tiempo y espacio que se habían mantenido estables durante siglos.

El resultado previsible de esta dislocación espaciotemporal ha sido la aparición de anomalías o disfunciones en los usos y prácticas de los espacios públicos y de tipo relacional entre las personas que los habitan.

Hoy en día ya podemos afirmar que es un hecho la coexistencia de dos realidades: una vinculada a las comunidades establecidas y mantenidas en las redes digitales y otra vinculada al yo físico. Somos la primera generación físico-digital de ciudadanos.

Nuestro nacimiento no ha sido regalado y nos debemos exigir una redefinición de los conceptos de espacio y de tiempo sobre la base de nuestro reluciente nuevo mundo dual. Y como consecuencia y necesariamente, tenemos que redefinir el concepto de espacio público.

La base de ese nuevo mundo dual está conformado por unas redes digitales excluyentes y sin aún ningún tipo de organización y unas instituciones físicas supuestamente encargadas de la construcción del individuo pero que están completamente obsoletas y que no contienen ninguna idea convincente.

Redefinir el espacio público sin saber lo que significa vivir tecnológicamente y sin ninguna institución que nos pueda ayudar a entender nada …. no nos lo hemos puesto fácil …