[image on Proceedings of the National Academy of Sciences]
Nuestro ideario evolucionista nos explica que cuando hay una saturación del sistema, sea éste el que sea, bien la ciudad, el conjunto de la sociedad o el propio individuo, se produce una adaptación, una transformación para no acabar desapareciendo del todo y poder subsistir. Una característica común a esas épocas de mutación es el cambio en la percepción espacio-temporal que sufren sus protagonistas. Si nos fijamos en los momentos de grandes crisis ya pasados (en la historia de occidente, claro) podemos ver como la manera de entender “el entorno” de un antiguo no tiene nada que ver con la visión teológica de alguien que vivió la edad media, y ésta a su vez, no se parece en nada a la visión mercantilizada de la nuestra, los modernos. Hoy en día, si miramos a nuestro alrededor y vemos los googlemaps, tomtoms, facebooks, twiters y el sinfín de nueva tecnología que transfigura la percepción del espacio y el tiempo, tal vez podamos concluir que también hoy se está engendrando una nueva época de cambio. También el evolucionismo nos ha enseñado que en muchas ocasiones las re-adaptaciones se producen de manera violenta, esperemos que esta vez no sea la peor.