[Picadilly Circus, 1912, Charles
Ginner - www.tate.org.uk]
La modernidad, es decir, la
mercantilización total de la sociedad, trajo en su interior la necesidad de cambiar
el lugar de producción transformándolo de tal manera que fuera más eficiente a sus intereses.
La mutación fue tal que los lugares se transformaron en invivibles en los que
no estaba [está] permitido permanecer sin hacer nada.
Simplemente porque no los necesitaba, la modernidad negó el entorno y con
él todo su pasado, toda su historia y por consiguiente todo su "saber". La arquitectura por tanto
se convirtió en una expresión in-humana en cada momento de negación. Y ahí
continuamos …
No hay comentarios:
Publicar un comentario